Llegué a la conclusión de que el no-escribir en el blog, no siempre es por falta de cosas en la cabeza, sino todo lo contrario. Tengo y -tenemos los seres humanos- tanto en la cabeza, que somos una bomba en potencia. El kit de la cuestión está en que a veces esas cosas van destruyendo lenta y dolorosamente nuestro ser.
Otra conclusión a la que llegué es que hay que tener cuidado con lo que uno desea con tanto empeño. A veces algunas responsabilidades llegan rápido, más de lo que esperamos, y la vida nos da un golpe bastante duro al no poder con ellas. Tener cuidado en cómo y qué se desea. Ahí el diablo tiene su parte: el hijo de puta se agarra del primer descuido y si falta una mínima aclaración que le de un giro de 360 grados a la cosa, lo aprovecha. (Tengo que dejar de flashear un toque). Dicho esto me retiro a intentar poder con lo que me toca, y deseando fervientemente que mi futuro sea todo lo contrario de este presente.
Cambio y fuera.